Los reyes de la V dinastía construyeron casi todas sus pirámides en el complejo piramidal de Abusir, viéndose una tendencia a la estandarización de las pirámides (éstas tenían un tamaño y organización parecidas entre sí), además de ser más pequeñas que las construidas durante la IV Dinastía. Esto se puede explicar debido a que los gobernantes de la V dinastía, tenían menos acceso a los recursos que sus antecesores.

Los musulmanes usaron las pirámides de esta dinastía como una especie de cantera para obtener piedra caliza para nuevos proyectos de construcción en El Cairo durante un par de cientos de años. Hoy todavía puede visitarse muchas de sus casas donde se utilizó esta piedra caliza blanca. Es decir, expoliaron las pirámides; lo que derivó en que, como no estaban tan bien construidas como las de la IV Dinastía, éstas acabaran por hundirse que es como las vemos ahora.

Por cierto, los musulmanes no son los descendientes de los constructores de las pirámides, sino sus okupas, los que ocuparon el país del Nilo.

La dinastía de los Ptolomeos era griega. De hecho, Cleopatra era descendiente de Alejandro el Magno, por así decirlo. Su color de piel nada tiene que ver con el de los egipcios actuales. Incluso en época de Ramsés estamos hablando de razas diferentes.

Los musulmanes iniciaron la conquista de Egipto en el año 634 d.C, poco después de que muriese Mahoma. En el 641 cayó Alejandría, la capital, a manos de Umar ibn al-Jattab, el califa de la dinastía ortodoxa que precedió al período Omeya. Así que los musulmanes sencillamente ocuparon el Egipto de los faraones.

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