La Ustacha (croata: Ustaša; en español pronunciado Ustasha o Ustashá) fue una organización terrorista basada en el racismo religioso1 nacionalista croata, aliada del nazismo y fundada en 1929 por Ante Paveli?. Se fundó después del asesinato del líder croata Stjepan Radi? en el Parlamento de Belgrado. Se caracterizó por el uso continuado de la violencia terrorista con crueldad extrema para alcanzar su fin último: la independencia de Croacia y la formación de un Estado croata, basando su política en la diferenciación racial y la supremacía étnica del pueblo croata, al que consideraban germano. La organización, como otras formaciones nacionalistas de la época, se vio influenciada por el fascismo italiano.

Y como no podía ser de otra manera, esta organización nazi era cristiana. Su símbolo era el crucifijo, la cruz, la granada y el cuchillo.

El nazismo, pese a los intentos de ocultación actuales por parte del Vaticano, fue bien acogido entre las filas del Catolicismo. Es más, Hitler era cristiano católico.

Os voy a dejar una buena colección de frase celebres que dan testimonio de ello:

“El Gobierno Nacional considera como su deber principal revivificar en la nación el espíritu de unidad y cooperación. Preservará y defenderá aquellos principios básicos por los cuales fue edificada nuestra nación. Considera la Cristiandad como la fundación de nuestra moralidad nacional, y la familia como la base de la vida nacional”. (Adolf Hitler, en “Mi Nuevo Orden”, Proclamación a la Nación Cristiana Alemana).

“Me limito a hacer lo que la Iglesia Católica lleva haciendo 1600 años”. (Adolf Hitler, 26 de abril de 1933, en una reunión con el Obispo Católico Wilhelm Berning de Osnabrûck y Monseñor Steimann, Prelados Representantes de la Iglesia Católica en Alemania).

“Las escuelas seculares no pueden ser toleradas nunca, porque tales escuelas no tienen instrucción religiosa, y una instrucción moral general sin base religiosa está construida sobre el aire; consecuentemente, todo el entrenamiento del carácter y la religión deben derivarse de la fe. Necesitamos gente creyente”. (Adolf Hitler, 26 de abril de 1933, en un Discurso durante las negociaciones que llevaron al Concordato entre el Nazismo y el Vaticano).

“El fundador del cristianismo no mantuvo secreta en absoluto su apreciación del pueblo judío. Cuando lo consideró necesario, Él expulsó a esos enemigos de la raza humana fuera del templo de Dios”. (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).

“Mi sensación como cristiano me lleva a ser un combatiente para mi señor y salvador. Me lleva al hombre que, contemporáneamente solo y con solamente algunos seguidores, reconoció a los judíos para cuáles eran, y los hombres invitados a luchar contra ellos. Como cristiano, debo algo a mi gente”. (Adolf Hitler)

“Estoy convencido de que actúo como agente de nuestro Creador. Al combatir a los judíos estoy haciendo la voluntad del Señor”. (Adolf Hitler).

“La Iglesia Católica consideraba a los judíos como pestilentes por 500 años, por esto los puso en ghettos, porque les reconoció a los judíos lo que eran. Reconozco a los representantes de esta raza como pestilente para el Estado y para la Iglesia y quizás de tal modo estoy haciendo para el cristianismo un gran servicio empujándolos fuera de escuelas y de los cargos públicos”. (Adolf Hitler, 26 de abril de 1933).

“La grandeza del cristianismo no estuvo en intentar negociaciones de compromiso con otras opiniones filosóficas similares del mundo antiguo, sino en su inexorable fanatismo al predicar y pelear por su propia doctrina”. (Adolf Hitler, «Mi Lucha», Vol. 1, Cap. 12).

“Soy ahora, como antes, católico, y siempre lo seré”. (Adolf Hitler, al General Gerhard Engel, 1941).

“El pueblo alemán no es heredero del pecado original, sino noble por naturaleza”. (Adolf Hitler).

“Debo cumplir con mi misión histórica y la cumpliré porque la Divina Providencia me ha elegido para ello”. (Adolf Hitler, 12 de febrero de 1938).

“Sigo el camino que me marca la Divina Providencia con la precisión y seguridad de un sonámbulo”. (Adolf Hitler, 1936, Renania, Alemania).

“No existe más que una doctrina política: La de nacionalidad y patria. Tenemos que asegurar la existencia y el incremento de nuestra raza y de nuestro pueblo, para que nuestro pueblo cumpla la misión que el Supremo Creador le tiene reservada”. (Adolf Hitler).

“Aprendí mucho de la Orden de los Jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existido en la Tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica. Yo transferí a mi partido mucho de esta organización”. (Adolf Hitler, en el Libro “La Historia Secreta de los Jesuitas”, publicado por Chick Publicaciones).

“La Iglesia Católica debe servirnos de ejemplo, ya que a pesar de que su cuerpo doctrinal está en colisión en muchos puntos -y en parte inmotivadamente, con el estudio de las ciencias exactas y la investigación, jamás se resigna a sacrificar ni un ápice del contenido de su doctrina. Con razón supo conocer que su fuerza de resistencia no consiste en adaptarse con más o menos habilidad a los resultados siempre variables de la investigación científica en el transcurso del tiempo, sino en el hecho de un aferramiento inquebrantable a sus dogmas ya expuestos, que son los que le dan al conjunto el carácter de una fe. He ahí por qué la Iglesia Católica se mantiene hoy más firme que nunca”. (Adolf Hitler).

“El más ferviente protestante puede alinearse al lado del más ferviente católico, sin que jamás surjan para él problemas de conciencia por su convicción religiosa”. (Adolf Hitler).

“La idea fue organizar un tipo de Estado Corporativo Cristiano según las clases, lo cual sería soportado por las Iglesias, en el oeste por las católicas y en el este por las protestantes y por el Ejército”. (Fritz Von Thyssen, industrial católico y el financista de Adolf Hitler, “Pio XII, como Nuncio, llevó a Hitler al poder”, 1940).

“Ustedes los Einsatztruppen Fuerzas de Tareas han sido convocados para cumplir con un deber repulsivo. Pero son soldados que tienen que llevar a cabo cada orden incondicionalmente. Ustedes tienen una responsabilidad ante Dios y Adolf Hitler por todo lo que está sucediendo. Yo mismo odio este trabajo sangriento y lo siento hasta el fondo de mi alma. Pero estoy obedeciendo a la ley más alta al cumplir con mi deber. El hombre debe defenderse a sí mismo contra los chinches y las ratas… contra las alimañas”. (Heinrich Himmler 1900-1945, Militar Nazi Alemán en un Discurso a los Guardias de la SS).

“El fascismo es una concepción religiosa en la que un hombre es visto bajo la perspectiva de su relación inmanente con una Ley Superior y con una Voluntad objetiva que trasciende al individuo particular y le eleva a la pertenencia consciente a una sociedad espiritual. Cualquiera que no haya visto en las políticas religiosas del régimen fascista nada más que mero oportunismo, no ha entendido que el fascismo, aparte de ser un sistema de gobierno, es también, y sobre todo, un sistema de pensamiento”. (Benito Mussolini, 1883-1945, Dictador Fascista Italiano).

“Llamamos a los cristianos a participar en la gran hora que acaba de sonar y reconocer en ella una misión confiada por Dios a su Iglesia. La Iglesia debe integrarse en el Tercer Reich, ser puesta al ritmo de la revolución nacional, ser modelada por las ideas del nazismo. Llamamos a Adolf Hitler a interpretar las Escrituras. Dios ha marcado a Alemania con su sello”. (Manifiesto del Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes en 1933).

“Una nación, una raza, un Führer”. (Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes).

“Alemania es nuestra misión. Jesucristo es nuestra fuerza”. (Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes).

“La svástica en el pecho y la cruz en el corazón”. (Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes).

“Dios me ha creado alemán. Ser alemán es un don del Señor. Dios quiere que combata por mi germanismo”. (Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes).

“Servir en la guerra no es una violación de la conciencia cristiana sino obediencia a Dios”. (Movimiento Alemán Cristiano o Movimiento de los Cristianos Alemanes).

“Saludamos a nuestro Führer, dando gracias a Dios por la viril acción y las claras palabras que han devuelto el honor a Alemania. Nosotros, pastores evangélicos, aseguramos fidelidad absoluta y encendidas plegarias”. (Martin Niemoller, Teólogo Protestante Alemán, quien luego se convertiría en uno de los mayores opositores del Nazismo, 1933).

“Nosotros, los cristianos alemanes, creemos por unanimidad que le espera un destino muy importante al pueblo alemán de la mano de Adolf Hitler y con todo corazón nos asociamos a él”. (JoachimHossenfelder, Pastor Protestante).

“Martin Lutero ha dicho que un campesino puede ser más piadoso mientras ara la tierra que una monja cuando reza. Nosotros decimos que un nazi de los Grupos de Asalto está más cerca de la voluntad de Dios mientras combate, que una Iglesia que no se une al júbilo por el Tercer Reich”. (JoachimHossenfelder, Pastor Protestante).

“La cruz en forma de svástica y la cruz cristiana son una misma cosa. Si Jesús tuviera que aparecer hoy entre nosotros sería el líder de nuestra lucha contra el marxismo y contra el cosmopolitismo antinacional”. (Doctor Wieneke-Soldin, Pastor Protestante).

“En la persona del Führer nosotros vemos al enviado de Dios que sitúa a Alemania delante del señor de la historia, que nos llama a abandonar el culto de los muertos, el culto de los fariseos y los levitas por el servicio sagrado del samaritano. Por eso, en nuestra calidad de hombres que quieren ser pastores, tomamos partido por él. Su combate y su victoria han sido tan estimulantes para las iglesias como para los otros dominios de la vida popular. En la noche espesa de nuestra historia cristiana y eclesiástica, Adolf Hitler ha aparecido para nuestro tiempo como la transparencia maravillosa, como la ventana por la que la luz caía sobre la historia del cristianismo. A través de él, podemos ver al Salvador actuando en la historia de los alemanes”. (SiegfriedLeffler, Pastor Protestante, 1935).

“Dios ha enviado a Adolf Hitler en auxilio del pueblo alemán. El nacionalsocialismo, comprendida la legislación judía, es la ley de Dios para el pueblo alemán. Adolf Hitler es el portavoz de Dios. Ayudar a Adolf Hitler en su trabajo es servir a Dios, sabotear su trabajo es servir al Diablo”. (Heinz Weidemann, Obispo de Brema, 1936).

“Ser cristiano no significa para nosotros nada más que poseer la fuerza de sostener el programa nacional-socialista”. (SiegfriedLeffler, Pastor Protestante, en el Palacio de los Deportes de Berlín, en 1938).

“Nosotros como sus colaboradores en la casa de publicaciones, y como también en el campo de actividades misioneras, estamos grandemente agradecidos por nuestro interés en la historia pasada y por todo lo ocurrido lo cual movió hondamente nuestros corazones. El Dios eterno ahora como nunca antes ha hecho cosas de que no teníamos ni esperanzas y ni siquiera creerlas podíamos. Austria había sido colocada en una situación como la que ocurrió en tiempo de la “Edad Media”, pero en la última hora una mano temerosa de Dios ha rescatado esta tierra alemana que se hallaba en el abismo”. (“El Advenimiento”, Periódico Oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania, abril 15 de 1938).

“Nadie más que Adolf Hitler era el señalado para esta grande tarea. Para los cristianos que conocemos nuestros deberes con la nación, como ciudadanos no tendremos más que hacer que dar nuestro voto por Alemania y el Führer en estas elecciones que se aproximan. Nuestra unidad como pueblo es un don de Dios, y la organización política de este pueblo está en el orden de Dios”. (“El Advenimiento”, Periódico Oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania, abril 15 de 1938).

“Nosotros como ciudadanos del Estado nos unimos a la Unidad del Pueblo, y este es el deber de la escuela de fomentar el Espíritu Nacionalsocialista. La mayoría de nuestros alumnos pertenecen a la Juventud Hitleriana, a la Liga de las Jóvenes Alemanas, y a la Cruz Roja. Diariamente entre las 3 y 4 horas de clases profesores y alumnos de la escuela nos reunimos en el auditorio para escuchar después de los anuncios de la escuela una diaria descripción que hace el Gobierno sobre las condiciones políticas y económicas, para leer literatura socialista nacional, y también para cantar himnos alemanes. Estas cordiales reuniones son también parte de nuestra educación nacional”. (“El Advenimiento”, Periódico Oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania, noviembre de 1938).

“La confianza en su pueblo ha dado al Führer la fortaleza para llevar adelante la lucha por la libertad y el honor en Alemania. La inconmovible fe de Adolf Hitler le ha permitido hacer grandes cosas, que le adornan hoy delante de todo el mundo. Desinteresada y fielmente, ha luchado por su pueblo; valerosa y orgullosamente, ha defendido el honor de su nación. Con humildad cristiana, en momentos importantes cuando podía celebrar con su pueblo, dio honor a Dios en el cielo y reconoció su dependencia de las bendiciones de Dios. Esta humildad lo ha hecho grande, y esta grandeza era la fuente de su bendición, de la cual siempre dio para su pueblo. Sólo unos pocos estadistas brillan tanto en el sol de una vida bendecida, y son tan alabados por su propio pueblo como el Führer. Él ha sacrificado mucho en los años de su lucha, y ha pensado poco en sí mismo durante la difícil obra en favor de su pueblo. Comparamos las innumerables palabras que le ha dicho al pueblo desde un corazón cálido, a semillas que han madurado y ahora llevan frutos maravillosos”. (“MorningWatch Calendar”, Periódico Adventista, 1940).

“¡Qué gloriosa es la hora de la victoria!”. Nosotros, los que fuimos privados de victoria y vergonzosamente engañados de paz verdadera, tenemos ahora, la oportunidad de saborearla en sosiego, con profunda alegría y sin ninguna arrogancia. Pero nosotros debemos seguir luchando y sacrificándonos. Esto es claro y tiene su por qué. Pensar en victoria significa grandes responsabilidades. Un pueblo que su enemigo no puede poner en miedo con armas ni con tretas no tendrá miedo de luchar hasta lo último, haciendo todo esfuerzo, para obtener el blanco propuesto, y esto lo hará no abstenerse de no cumplir con sus grandes deberes futuros. Nosotros estamos en el mundo para guerrear y trabajar, todo el que conoce las batallas de la fe, también conocerá que nuestra fe es la victoria. Ellos estarán listos para la doble razón; ellos irán adelante en la batalla y la responsabilidad para con su nación y al mismo tiempo portarán el estandarte de la verdad del acontecimiento final”. (“El Advenimiento”, Periódico Oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania, julio 15 de 1940).

“El incendio de las sinagogas es el momento de la coronación del combate divinamente bendito del Führer para la emancipación definitiva del pueblo alemán”. (Martín Sass, Obispo de Turingia, 1938).

“Nosotros, los católicos alemanes apoyaremos con toda nuestra alma y plena convicción a Adolf Hitler y su gobierno. El catolicismo alemán tiene que participar activamente en la edificación del Tercer Reich”. (Franz von Papen).

“El Tercer Reich es la primera potencia mundial que no sólo reconoce, sino que pone en práctica los elevados principios del Papado”. (Franz von Papen).

“Los Católicos deben de apoyar a Adolf Hitler. No deben de temer en hacerlo. Porque los ideales de Adolf Hitler son ideales nobles”. Ludwig Kaas (Sacerdote Católico y Político Alemán).

“Es el deber de todo católico, y de toda nación civilizada, derrotar y aplastar al comunismo ateo, encarnado en la Rusia Soviética Atea”. (Conde von Galen, Arzobispo Católico, Munster, 1936).

“La influencia corruptora judía ha sido activa en el cristianismo en el curso de la historia. El deber obligatorio y sin escapatorias de la Iglesia y del cristianismo es desembarazarse del judaísmo. Es una obligación para el futuro de la cristiandad”. (Del Programa del Instituto para la investigación y la eliminación de la influencia judía en la vida de las iglesias alemanas, 1939).

“No hay otra solución al problema judío que la siguiente: La batalla… hasta que el mundo esté totalmente en manos judías o completamente purgado de judaísmo…, podemos proclamar orgullosamente delante del mundo entero, el mundo de hoy y el de mañana, que hemos aprovechado la oportunidad con la firme intención de resolver la cuestión judía de una vez por todas”. (De una Carta Informativa, 1944).

“Los judíos eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista, se merecen la ruina material y espiritual que se han echado sobre sí mismos”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, durante la “Noche de los Cristales Rotos”, en 1938).

“Con gran júbilo me dirijo a ustedes, los hijos más queridos de la España Católica, para expresar nuestras felicitaciones paternales por el regalo de la paz y la victoria con la cual Dios ha elegido coronar al heroísmo cristiano de vuestra fe. Nosotros le damos, nuestros queridos hijos de la España Católica, nuestra bendición apostólica”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, felicitando al General Francisco Franco Bahamonde por su victoria en la Guerra Civil Española, el 17 de abril de 1939).

“España acaba de dar a los profetas del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores de la religión y del espíritu”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, felicitando al General Francisco Franco Bahamonde por su victoria en la Guerra Civil, 1939).

“Benito Mussolini es un enviado de la Divina Providencia”. (Papa Pío XI)

“La Iglesia Católica vive en forma de capitalismo”. (Monseñor Seipel, conocido como el “El Cardenal sin Misericordia”).

“¿Es cristiano lo que se hace en nuestro país con los judíos? ¿Es humano, no es un crimen? Yo me pregunto: ¿No es cristiano que la nación quiera librarse de su enemigo eterno? Resulta indudable que el elemento judío siempre ha amenazado a los eslovacos y hubiera sido aún peor si no hubiéramos hecho una limpieza. Y es más, hemos hecho todo por orden de Dios”.
(JozefTiso, Sacerdote Católico y Jefe del Estado Eslovaco, Ciudad de Holíc, en agosto de 1942).

“Los obreros eslovacos pueden descansar seguros de que no necesitan soñar con un supuesto Paraíso Bolchevique, o esperar un orden más justo de los extranjeros del este. Los principios de la religión les enseñarán lo que significa un orden social justo”. (JozefTiso, Sacerdote Católico y Jefe del Estado Eslovaco, 17 de abril de 1943).

Agradezco al cielo por un hombre como Adolf Hitler, quien levantó una línea de defensa contra el Anticristo del Comunismo”. (Frank Buchman, Pastor Protestante, EUA, 25 de agosto de 1936).

“Benditos sean los cañones si en las brechas que abren florece el Evangelio”. (Miguel de los Santos Díaz y Gómara, Obispo Católico Franquista de Cartagena, España).

“La guerra es necesaria y una gran escuela forjadora de hombres”. (Enrique Pla y Deniel, Obispo Católico Franquista de Salamanca, España).

“¡Que Dios nos dé un Benito Mussolini!”. (Obispo Católico Leopoldo Ruiz Flores, México).

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