FELIPE PASSOLAS, UN SUPUESTO FOTÓGRAFO ESTAFADOR

Permitidme que os explique cómo se dan las estafas cibernéticas en la actualidad. Y, para ello, voy a usar a un conocido presunto estafador de las redes, que se las da de fotógrafo profesional: Felipe Passolas.

Voy a explicaros una historia.

Uno de mis actuales trabajos, desde hace 10 años, consiste en impartir clases de fotografía. Pues bien, en uno de los cursos, solicité a los alumnos que me hicieran llegar artículos para la web de la asociación fotográfica que presido.

Uno de estos alumnos -al que guardaré su anonimato para no meterle en problemas-, me envió por correo electrónico un artículo sobre objetivos descentrables. Después de darle las gracias, lo acabamos publicando en la web de nuestra asociación.

Transcurrido un cierto tiempo recibí un correo electrónico de este supuesto fotógrafo llamado Felipe Passolas, que daba a entender que ese artículo era de su propiedad y que, por tanto, debíamos abonarle una cierta cantidad de dinero. Ojo, este servidor, Carlos Mesa, no la asociación que presido. Vamos, que como presidente de la asociación me hacía responsable universal.

Sin saber lo que ocurría, opté por pedirle disculpas, por cortesía, y retirar el artículo, mientras investigábamos si era correcto lo que comentaba o no.  Habían muchas dudas. La más sorprendente es que Felipe Passolas no se quejaba del texto, sino de la autoría de algunas de las fotos, que además tampoco eran tales, sino esquemas infográficos. Como todo era muy dudoso, ante un caso así, como digo, lo mejor es suprimir este tipo de artículos.

Cuál fue mi sorpresa, cuando comencé a recibir reiterados correos electrónicos en los que Felipe Passolas respondía que le importaba un pimiento si se retiraba o no el artículo, que él lo que quería era dinero.

Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba ante un acosador, un delincuente de la Red. Y me puse sobre aviso.

Al principio opté por no hacerle caso. Pero para mi sorpresa comenzó a injuriarme en redes sociales, enviando correos electrónicos y mensajes a conocidos míos, insultándome. Y siempre con su coletilla de que seguiría haciéndolo, hasta que no le pagara una cierta cantidad de dinero.

Así ha transcurrido hasta la actualidad. Contactó con la Federación Catalana de Fotografía, amigos, familiares, conocidos, empresas que han interactuado conmigo… A todo ello, Felipe Passolas ha continuado escribiéndome, a título personal, argumentando que continuará calumniándome hasta que acabe accediendo a su chantaje y le abone la cantidad de dinero que pide.

Por si fuera poco, la gota que colmó el vaso, fue un vídeo en su canal de Youtube con la misma premisa: insultar y calumniar para obtener un dinero a costa del chantaje. Las injurias, recordamos que están contempladas en el código penal español (en concreto en el artículo 208), como un delito grave.

Puesto en contacto con otros fotógrafos, me dicen que no es la primera vez que lo hace. Y es que el tal Felipe Passolas, que por lo visto no se come una rosca como fotógrafo, quiere llegar a final de mes chantajeando a otros, con el fin de que se le abone un dinero por nada; es decir, puro chantaje y delirio.

Por descontado este presunto delincuente cibernético ha sido denunciado, al igual que su canal de Youtube. Sólo espero que se actué contra el mismo, con todo el peso de la ley.

Es una pena que la red de redes se haya llenado de estafas de este tipo y delincuentes de poca monta. Pero si no lo denunciamos y hacemos partícipe de ello a los demás, estaremos contribuyendo a que estos estafadores sigan actuando impunes. Y el próximo acosado podemos ser cualquiera de nosotros.

Si ves que quieres poner sobre aviso a otros, para que no sufran de este ciberacosador, comparte este artículo.

CC BY 4.0 Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

2 comentarios

  1. Ostras que miedo da este hombre. Gracias Carlos por hacer pública tu historia con tremendo personaje.

  2. Xavier Salvo Olvera

    20 marzo, 2020 a las 20:12

    Carlos, compredo tu inquietud, dado que yo sufrí un intento de estafa por wallapop al intentar vender una cámara reflex que al final no vendí ni venderé, el acoso por la red está considerado delito, pero éstos constantemente cambian de identidad, perfil de usuario, para mi son las cloacas de la red. Aunque en mi caso puso por medio y utilizó el nombre de una acreditada empresa de transportes internacionales sin que ésta no tomara interés.
    Recibe un abrazo fraterno y muchos animos.
    Xavier

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