Los documentos descubiertos en Tell-el-Amarna, Egipto, la Antigua capital del faraón Akenatón o Amenophis IV de la dinastía XVIII (1374-1347 a. C,), mencionan con frecuencia a unos grupos conocidos con el nombre de ‘habiru’ o ‘apiru’.
Estos documentos forman parte de la correspondencia entre la corte egipcia y sus vasallos de Oriente Próximo, entre los que se encontraba el país de Canaán. Al parecer, algunas de las cartas llevan el nombre de Abdi-Hepa, rey de Urusalim, la actual Jerusalén, quien se lamenta de las incursiones de los habiru y pide ayuda a su soberano egipcio para que le defienda de las incursiones de los habiru.… Leer más....



Los reyes de la V dinastía construyeron casi todas sus pirámides en el complejo piramidal de Abusir, viéndose una tendencia a la estandarización de las pirámides (éstas tenían un tamaño y organización parecidas entre sí), además de ser más pequeñas que las construidas durante la IV Dinastía. Esto se puede explicar debido a que los gobernantes de la V dinastía, tenían menos acceso a los recursos que sus antecesores.
Cuando en 1881 se trasladó la momia del Gran Faraón de Luxor a Cairo por el Nilo, las orillas se llenaron de egipcios que manifestaban su consternación como en los tiempos antiguos, las mujeres lanzaban gritos de duelo y se echaban polvo sobre la cabeza, los hombres disparaban sus fusiles ¡Egipto rendía homenaje, una vez más, al mas grande de sus faraones, Ramsés II!
Leamos lo que dice Lucas 17,7-10, en relación a la opinión de Jesús sobre la esclavitud: